DINASTÍA VIVANCO CRIANZA
Un vino tinto Crianza D.O.Ca. Rioja muy elegante con una relación calidad precio muy buena, más que recomendable.
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Puntos Parker
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Puntos Peñín
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Añada
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Crianza
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Alcohol
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Uvas
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Acompañamiento
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-
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89
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2010
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16 meses en barrica de roble francés y americano
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13,5
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Tempranillo
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Arroces con carne o setas, estofado o carnes a la brasa
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Elaboración
Tras un suave estrujado, el mosto se encuba por gravedad en pequeños tinos de roble francés donde fermenta y macera en contacto con los hollejos a una temperatura máxima controlada de 28ºC, recibiendo ligeros remontados durante 20 días. El objetivo de esta elaboración es respetar al máximo las condiciones naturales de la uva, en búsqueda de vinos elegantes que expresen la personalidad de la fruta y los terruños de donde procede.
Crianza de 16 meses en barricas de roble francés y americano, con trasiegos periódicos y un mínimo de 6 meses en botellero.
Notas de cata del productor
Color cereza brillante. Aromas a fruta roja, regaliz, con presencia de aromas tostados, vainilla, humo, especias y hierbas aromáticas. En boca se muestra expresivo, con un paso elegante y afrutado y un final persistente.
Servir a una temperatura de entre 16 y 18ºC. Perfecto para acompañar todo tipo de platos de la cocina mediterránea, arroces, legumbres, pastas y todo tipo de carnes blancas y rojas.
Puntuaciones y premios
Medalla de Oro y Plata Mundus Vini Alemania 2009 y 2008.
Medalla de Plata Premios Zarcillo 2009, Valladolid.
Medalla de Bronce International Wine Challenge Londres 2009.
Wine Spectator elige a Dinastía Vivanco Crianza 2008 entre los mejores 100 vinos del mundo siendo el Rioja mejor clasificado.
La bodega
Dinastía Vivanco es premiada como la mejor Bodega del Año en el prestigioso Salón de Gourmets de Madrid 2013.
Los orígenes de la vocación vitivinícola de la familia Vivanco se remontan al año 1915 cuando, en el barrio de las bodegas del pueblo de Alberite, La Rioja, Pedro Vivanco González comenzó a elaborar vinos para consumo familiar procedentes de sus viñedos. En 1940 adquirió una pequeña bodega comercial en el mismo pueblo. Una curiosa leyenda remataba la puerta de aquel calado: “El que pase y tenga sed, estando la puerta abierta que entre a beber”.
Hoy en día, la cuarta generación está formada por Santiago Vivanco, dedicado al proyecto museológico y Rafael Vivanco, encargado de la selección de las mejores uvas para la elaboración de sus vinos elegantes y personales.
La esmerada selección de uvas de cada viñedo, el control de su fermentación individualizada y una larga maceración, aplicando la más moderna tecnología enológica, suponen el conocimiento de un arte heredado por tradición familiar que se refleja en un especial amor al vino. En la penumbra de la bodega, en tinos y barricas de roble francés y americano, descansa solamente el vino de las mejores añadas, adquiriendo los matices de la madera y resaltando los que le son propios al vino. Alcanzado su mejor momento, se embotella y permanece en durmientes hasta su óptimo afinamiento y redondeo. El resultado es un vino con auténtica expresión del carácter de los diferentes pagos, cualidad ésta que lo hace inimitablemente personal, complejo y elegante en sensaciones. El espíritu vitivinícola y pionero de la familia se ve reflejado, además de en sus vinos, en la experimentación e investigación sobre diferentes métodos de cultivo y de elaboración, en la utilización de variedades minoritarias o en la crianza en roble de diversas procedencias. |